Asana: posición del cuerpo físico

Un elemento escencial en la práctica de la meditación es mantener una postura sin mover nada en lo absoluto. Asana, es el nombre de este paso inicial al momento de hacer la meditación.
Hay que saber que sentado el cuerpo en una silla, igualmente se puede lograr la concentración; no es absolutamente indispensable sentarse en posición de loto.
Lo importante es que, sea cual sea la posición que tomemos para nuestra práctica, el cuerpo físico no sea un estorbo para lograr la concentración. Debemos sentarnos y olvidarnos del cuerpo.
Cuando se es principiante, es muy normal tragar saliva, rascarse la cabeza o mover un poquito una pierna o brazo, pero con la práctica constante, es decir, con disciplina, esos movimientos deberían desaparecer.
Hay que sentarse y olvidarse del cuerpo fisico, para esto es fundamental el control de la respiración, haciendola más lenta y profunda, así el cuerpo se relaja ayudando a mantener la asana o postura.
Es necesario mantener la respiración con un ritmo lento y profundo, así vamos percibiendo segundo a segundo como nuestro cuerpo se va relajando y entrando a un estado de lasitud adecuado para la meditación. Ese estado debe mantenerse, debemos mantener la atención permanentemente, ya que si nos quedamos dormidos, no habrá meditación.
Solo la constancia y la práctica disciplinada nos permite encontrar nuestro punto exacto de relajación y concentración; la asana debe favorecer esta combinacion equilibrada entre mantenerse en un estado de relajación absoluta y de concentración total.