Dharana: Concentración en una sola cosa

niños monjes meditando

A pesar de ser un paso importante en la práctica de la meditación, la fase dharana es todavía una etapa de transición hacia un estado de meditación más profunda. De la raíz sánscrita dhri, que significa «sostener», «mantener», deriva la palabra dharana, que definiremos en términos simples como una fase más bien intermedia en el proceso de la meditación, donde una persona es capaz de concentrar su atención en una sola cosa. Algo que hemos podido evidenciar, requiere de práctica diaria, paciencia, tenacidad, entre otras cosas. Sin embargo, para poder llegar a esta llamada fase de dharana, hay otras etapas anteriores que debemos conquistar. La etapa inicial es conocida como asana, y se refiere a la postura del cuerpo físico.

El primer requisito que se debe cumplir (después de decidirse a realizar la práctica), es tomar una posición que nos permita sostenerla por un periodo de tiempo prolongado. Ha de tenerse en cuenta que una meditación bien hecha requiere de por lo menos una hora (el tiempo puede variar según la persona: un principiante puede comenzar con 5 minutos y aumentar el tiempo de manera progresiva). No es absolutamente indispensable sentarse en posición de loto y realizar un mudra; se pueden lograr estados profundos de concentración al estilo «occidental»: sentado en una silla, con las palmas sobre las rodillas o muslos y la columna recta, de preferencia sin apoyarla en el respaldo de la silla. Cada quién puede elegir la posición y/o los mudras con los que se sienta a gusto. Lo importante es que el cuerpo físico no nos distraiga de nuestro propósito de lograr la concentración.

Ahora, ¿en qué me voy a concentrar?. Antes de pasar a este punto te voy a pedir unos segundos para realizar un simple ejercicio: con los ojos cerrados imagínate, visualiza una manzana y haz  tu mejor esfuerzo para mantener la imagen de la manzana siempre con los ojos cerrados. Tómate como mínimo 30 segundos.Si cierras los ojos y diriges tu atención hacia el interior, podrás percibir aunque sea levemente que hay miles de pensamientos e imágenes que nada tienen que ver con el ejercicio de visualización de la manzana. Hasta parece que no lo podemos controlar. Pero sí se puede; hay que aprender a hacerlo. No será igual que mover un brazo para tomar una taza pero esa es la finalidad de la concentración. Observa con suma paciencia y atención cómo los pensamientos vienen y se van, vienen y se van, generando intervalos entre el objeto de concentración (en este caso la manzana) y los pensamientos distractores.

Entonces puedes tomar como objeto de tu concentración cualquier cosa que para ti sea digna de ser analizada y comprendida, ya sea un objeto, una idea, una enseñanza filosófica o espiritual, un proyecto personal, un defecto que te haga sufrir y que lleve a sufrir a alguien más, etc. Los sabios meditan en la Gran Compasión, en la realidad de la divinidad en el interior, en el altruismo. Se puede meditar sobre algún símbolo sagrado como la cruz o el yin-yang. O sobre algún axioma filosófico como: «Un árbol crece de un tierno retoño, un camino de 1000 pasos comienza con un sólo paso». Puedes analizar qué es lo que hay en tu interior que te genere contradicciones, dolor, o algún círculo vicioso del cual creemos falsamente que no podemos salir. Logrando la concentración podemos ver el asunto desde una perspectiva mas amplia, como «desde afuera», de forma muy clara, lo que nos permite lograr comprender aquello que estamos estudiando. Nos permite obtener una solución a ese acertijo que ilusoriamente no tiene respuesta.

Ya comprendido el asunto tenemos un punto de partida para ver la vida de otra forma. Un fundamento sólido para hacer un cambio real en nuestra vida, y ése cambio en la medida en que beneficie a mi persona, beneficiará a quienes me rodean. Lo importante es actuar en base a lo que comprendemos profundamente, y no se puede comprender profundamente algo si no se somete por el proceso de la meditación. Digamos que comprensión equivale a iluminación pero en un nivel menor. Cosa que no deja de ser necesaria. He aquí un punto de vista sobre la importancia de dos pasos de la meditacion como asana y dharana.

Eduardo R.H.

Instructor Talleres de Meditación

Una respuesta a “Dharana: Concentración en una sola cosa

  1. Pingback: ¿Qué es la meditación? ¿Para qué meditar? - Sendero Saludable·

Deja un comentario